lunes, 19 de mayo de 2008

EXPRESIONES MALTRATANTES

EXPRESIONES MALTRATANTES


· Eres un niño-una niña malo(a) ................. Quédate quieto pelao(a) de ...
· Pareces bruto(a)...Me tienes aburrida(o)
· Deja de molestar o te pego? En dónde tienes la cabeza?
· Por qué eres así ah?Me provoca es darte duro para que obedezcas!
· La cabeza no te da para nada Eres un bueno para nada
· No haces nada bien!· Vas a saber quien soy yo !
· No te mereces nada...· Sigue así y verás!
· Lo que estás buscando es que te pegue!· Si te portas mal no te quiero!





·

Formas de maltrato


Formas de Maltrato
Recompensa:





Muchas veces los padres, con la intención de motivar a sus hijos para que se desempeñen mejor en una actividad, les prometen un detalle especial. El niño se ilusiona y hace su mayor esfuerzo para conseguir la meta. Pero, por alguna razón, el adulto no puede cumplir con la promesa. En ese momento se genera en el menor una desilusión.




El Abandono:






Este se da cuando los padres se ocupan y no tienen tiempo para sus hijos. Suplantan el tiempo por objetos materiales. En este caso, los niños se sienten abandonados por los papás y, por ende, están siendo maltratados sicológicamente sin que los adultos se den cuenta.




Tiempo copado:






El tiempo libre del pequeño es tan importante como sus estudios. Por eso, es necesario que cuenten con él. Cuando obligan a un niño a estar en una actividad elegida por el padre, crea descontento y fatiga. No es necesario tener un hijo perfecto.




Exigencia:






Los padres que reclaman más de lo que puede dar un menor, están maltratando sicológicamente a sus hijos. Son los que los entran a cursos y actividades que no van con su desarrollo y, pensando en su bienestar, lo perjudican, por que cuando un niño no está capacitado para una actividad, causan en ellos frustración al no hacerla y al no cumplir con las expectativas de la situación.




Separación:






Cuando no hay un verdadero proceso, los niños salen maltratados. Es muy frecuente ver que un padre les hable mal a sus hijos de su madre y viceversa. Esto genera unas secuelas sicológicas muy severas. Es importante que cuando la gente se separe, y tengan hijos pequeños, busquen la asesoría de un sicólogo, para saber cómo tener la comunicación con los infantes.

Reconozca las formas de maltrato infantil











Reconozca las formas de maltrato infantil







En la mayoría de los casos los padres no quieren lastimar a sus hijos, pero lo hacen sin darse cuenta. La exigencia, el abandono y el aislamiento de la sociedad son algunas formas de hacerlo. Prevéngalos y conozca los peligros de esto.







Valeria es una atleta de 7 años. A su edad tiene miedo de hablarle al papá y contarle sus problemas. Está irritable: bajó rendimiento académico, dificultades para relacionarse con sus compañeros y presenta agresión verbal con sus familiares. Esas son respuestas al maltrato sicológico que está recibiendo por parte su padre, sin que este se dé cuenta.







Él la obliga a asistir todos los días a los entrenamientos de atletismo. Quiere que su hija logre ser lo que él nunca pudo: campeona olímpica en este deporte. Pero ella se siente comprometida y obligada por tanta insistencia de su ser querido.





Después de tanto llanto, Valeria no soportó esa presión y prefirió desistir de los entrenamientos, pero tiene miedo de contarle a su padre lo que le sucede. Así que utiliza la mentira para ocultar sus verdaderos sentimientos.





Así como ella, muchos niños son maltratados sicológicamente sin que estos se den cuenta. Y con seguridad, usted como padre no quiere hacerlo, pero, en muchas ocasiones, usted, sin darse cuenta, termina haciéndolo. ABC del bebé habló con especialistas para conocer las formas más claras de maltrato sicológico en un menor.






Los peligros del maltrato sicológico



Hoy en día, los padres están educando con reglas rígidas, castigos físicos y verbales, que en realidad no ayudan al menor, sino que destruyen sus proyectos de vida. Christian Muñoz, siquiatra infantil, explica que “el maltrato sicológico parte de obligar a los hijos a ser lo que nunca pudieron los padres ser, sin dejarlos que sean ellos quienes tomen las decisiones”. Y es que la mayoría de los niños no manifiestan verbalmente sus inconformidades. Ellos prefieren callar y asumen entonces comportamientos que indican: ansiedad, tensión, aislamiento, timidez, soledad y miedo a comunicarse con los demás. Muñoz asegura que cuando los niños se arriesgan a contar su inapetencia por alguna actividad programada por sus padres, ellos siempre acuden a palabras como: “Usted es un perezoso. Mire ese otro niño como sí aprende”.







“Esas palabras deben evitarse, porque los niños, creen todo lo que los mayores dicen. Así que crecen frustrados y resentidos”, asegura el siquiatra Muñoz.



Además, los pequeños empiezan a mentir para evitar el maltrato y ocultan información por miedo a ser más vulnerados o castigados.



Dice que las formas más comunes de afectar sicológicamente a un menor son:








  • “aterrorizarlo, mantenerlo en un clima de hostilidad, humillarlo y aislarlo de otros niños”.



Siga las pautas









  • Comprender que no siempre lo que los papás creen está bien para los niños. Ellos también tienen que tomar sus propias decisiones.










  • Los padres deben asesorarse para conocer las exigencias que debe tener un menor de acuerdo a cada edad.










  • Los estudios han demostrado que a un pequeño no hay que entrarlo a varias muchas actividades para que se desarrolle bien; por el contrario, lo que sugieren es darles tiempo y cariño.










  • Siempre se les debe preguntar si se sienten bien con los papás, si necesitan más tiempo o si tienen alguna incomodad.

Como ayudar a las Victimas del Maltrato




CÓMO AYUDAR A LAS VÍCTIMAS DEL MALTRATO







Formas de ayuda




La mejor manera de ayudar al niño /a es:












  • Identificando los casos de maltrato.






  • Realizando intervenciones en las situaciones detectadas, a través del gabinete o de docentes sensibles y capacitados.






  • Derivado y /o denunciado los casos de maltrato a los organismos pertinentes. Aquí proponemos algunas líneas de trabajo que la escuela puede desarrollar con los niños y sus familias:



Realizar tareas de sensibilidad y capacitación




Realizar talleres reflexivos.










  • Desarrollar accidentes de difusión y sensibilidad entre los niños, las familias y la comunidad acerca de los derechos del niño.






  • Articular con la currícula, actividades dirigidas a revisar el problema críticamente. Estimular la confianza y la autoestima de los niños / as.






  • Para desarrollar con éxito la función preventiva, la escuela como institución debe ser capaz de revisar sus propias actitudes hacia el control de las conductas de los niños y adolescentes.






  • Ofrecer a los alumnos el espacio y las oportunidades para experimentar formas no violentas de resolución de los conflictos.






  • Llevar a cabo asambleas, consejos de aula y todo medio que estimule la participación democrática en la vida escolar.




Institución de ayuda




Institución DIF










  • A los niños y niñas han sufrido algún maltrato, se le brinda determinada rehabilitación, para sus reincorporación a la sociedad se de la manera más fácil.







  • Atención médica y psicológica al niño maltratado







  • Atención psiquiátrica o psicológica del agresor







  • Orientación familiar







  • Separación del medio de peligro







  • Establecimientos de asilos temporales






  • Adopción




Objetivos del DIF en la atención del niño maltratado











  • Fomentar el sano crecimiento, tanto físico como mental de la niñez y la formación de su crítica







  • Investigar la problemática del niño, de la madre y de la familia a fin de proponer las soluciones adecuadas.







  • Proporcionar servicios asistenciales a los menores abandonados Prestar asistencia jurídica a los menores y a las familias para la atención de los objetivos de la institución







  • Coordinación con otras instituciones afines, cuyo propósito sea la obtención del bienestar social.

Maltrato Psicológico


El Maltrato Psicológico



Sustentados en el discurso de los derechos y de las verdades que la psicología ha construído en re­lación con las pautas de crianza, en algunos sectores sociales, el castigo que los padres in­fli­gen, intencionadamente ha cambiado de objeto. Encontramos aquí el maltrato psicológico. No se trata en este caso de un cuerpo violentado, sino de una subjetividad afectada sis­te­má­ti­ca­men­te por palabras, gestos y actitudes de otro.



“El psicoanálisis demuestra que una palabra castiga, humilla, salva e incluso mata., un gesto de rechazo sistemático o de intolerancia aplasta, una mirada inquisidora horroriza, es tan eficaz como un golpe con odio [...] son actos que le dan consistencia a un supuesto verdugo, que en la vida cotidiana reitera una sentencia humillante para su víctima, a quien se le dibuja un destino de tribulaciones, y la intensidad de los sentimientos que desencadenan, nunca es proporcional con la magnitud del hecho que los produce, por la significación imaginaria que para cada sujeto tiene lo que ha vivido sin comprender.


El maltrato físico se observa como trauma orgánico, el maltrato psicológico se escucha porque se anuda a la historia de un vínculo amoroso. En los rechazos, las distancias, los equívocos, que el amor en su ambivalencia promueve, se instala el sufrimiento correlativo del amor, que todos los seres humanos sentimos, pues no hay dolor psíquico, sin dependencia, sin deseo de reconocimiento.



En esa coacción, los padres a través de las palabras dichas y de las sobreentendidas, pueden fijar significaciones “detenidas”, “cristalizadas”, que sin el sujeto saberlo, marcarán el rumbo de su historia, pues tendrán un lugar en su inconsciente. Así lo que el sujeto es, “ tal como Freud lo subrayó, se articula desde su inconsciente al mundo propio de las relaciones infantiles, porque para él la palabra tiene pasado[....] vinculado, una lengua que se puede llamar interfamiliar”



Ver al respecto la investigación sobre el castigo a través de los ojos de los niños,, realizada por Jimena Tabares (1998), en la cual la autora delimitó un universo de estudio comprendido por niños y niñas preadolescentes y estableció como unidades de observación dos grupos pertenecientes a dos sectores socioeconómicos diferentes. El grupo 1 estaba conformado por niñas de sectores medio y alto.



El grupo 2, por niños y niñas pertenecientes a un sector socioeconómico medio bajo. Ambos grupos diferían, claro está, en sus características socioculturales. Esta circunstancia permitió apreciar variaciones en la conceptualización y manifestación del castigo y del castigo violento, evidenciando la incidencia de factores familiares y culturales. En los testimonios recogidos de los propios niños, sobre los tipos de castigos recibidos, puede reconocerse que el castigo físico continúa siendo en nuestra sociedad una práctica consuetudinaria en estratos sociales bajos, sin decir por ello que esté completamente excluido de sectores sociales medios y altos. “Las categorías generales de castigos encontrados para los dos grupos de niños investigados, fueron: 1. “ pegar o golpear, como actos infligidos por los adultos sin mediación de objetos. [....] .


Pegar con cosas o lanzarlas, comprende los actos agresivos, con mediación de objetos. Los niños pertenecientes al estrato bajo, dijeron además haber sido golpeados con palo, tabla, bate, tubo, cremallera, ladrillo, escoba, pringamosa, látigo, cable, rejo, y cuerda; también han sufrido quemaduras con cigarrillo o plancha, les han lanzado zapatos, platos, piedras, y ollas, y los han zambullido de cabeza en albercas. Ambos grupos señalaron el rechazo, el encierro, la indiferencia ante sus necesidades afectivas, la ausencia de caricias, las comparaciones denigrantes o los tratos discriminatorios y la indiferencia frente a los estados anímicos del menor, como prácticas que impiden o limitan la interacción social del niño

Diferenciación entre Maltrato y Castigo


Hacia una Diferenciación entre Maltrato y Castigo


Identificar el maltrato como violencia particular sobre los hijos, supone diferenciarlo del cas­tigo, (con el que en no pocas oportunidades se lo confunde), como relación coactiva, que en la cotidianidad del hogar se encuentra asociada a intenciones educativas, formativas, privilegiado socialmente para instaurar en el niño regulaciones sociales que le permitan hacer lazo social.



El castigo como reparación, se inscribe en una serie de arreglos normativos, de ideales socia­les, de creencias que desde los principios éticos y morales de una cultura regulan el empuje a la propia satisfacción de los impulsos sexuales y agresivos, como tendencias connaturales que po­nen en grave peligro de disolución la vida social. Desde esta concepción, el castigo es vio­len­cia simbólica, en tanto hace obstáculo a la repetición de actos que sin los límites impuestos, pre­cipitarían al niño y más tarde al adulto a la consecución de un goce inútil, que en su des­plie­gue arrasaría a otros y al propio sujeto.



Si el castigo en su ejercicio se aparta de la crueldad, del sadismo, de la venganza, y se soporta en el sentimiento amoroso, tendrá un efecto protector para el niño. Le permitirá aceptar las re­nun­cias que el Otro le impone, el rebajamiento de su omnipotencia, es decir, asumir la castración.



Ahora bien, aunque la ley aplicada por los adultos está siempre referenciada en lo simbólico, hay en cada caso una forma particular de entenderla y de ejercerla. La subjetividad del agresor entra aquí en juego. El niño/a como íntimo, tiene la calidad de objeto interno, es decir, cifra para el padre o la madre atributos, defectos, deseos, aspiraciones, construidos a través de la historia vivida. Además, en la dimensión y agravantes que se atribuyen a la falta, en los juicios imaginarios de intención, en la presunción de sus efectos, la exploración clínica permite reconocer repeticiones o formaciones reactivas de experiencias vividas por el agresor con aquellos que forman parte de su historia, y que proveen un modo singular a la definición de la ofensa y de la reparación. Desde ese registro imaginario el castigador coloca en los pensamientos, en los actos del hijo/a significaciones, que tal como lo registra la clínica del maltrato, en muchos casos el niño genera sin querer, y sin saber. Por ello dos madres o dos padres no castigan igual. Los excesos, la intensidad y las estrategias castigantes, remiten a algo que está más allá de la memoria consciente, o de la causa forjada como justificación.



1Es pertinente sin embargo preguntarse, ¿por qué el sujeto acepta la prohibición, acepta la renuncia para identificarse con la ley del padre, como interdictor de su deseo? El amor, defiende al niño del abandono, del desamparo vital, que dada su indefensión, su inacabamiento, lo colocaría en el límite de la desaparición. El lenguaje, el desvalimiento del niño y su dependencia de los otros, sostienen la inscripción del niño en la ley. Su “desamparo originario”, tal como lo nombra Freud, funda en el niño el miedo a perder el amor del otro, sin el cual su existencia se torna imposible. De otro lado, identificarse con el Otro, lo preserva del odio, evitando de esta manera exponerse como objeto de daño.


Lo malo como valoración que viene del Otro, es “originalmente aquello por lo cual uno es amenazado con la pérdida de amor.” Por el sometimiento a la ley, el sujeto no sólo gana el amor de los padres, sino que suprime en ellos y en los otros la amenaza de su destrucción. Estos dos sentimientos son los que se encuentran reunidos en los que Freud llama la “angustia social”, como instancia que representa a través de los otros, la ley paterna, y que se reactualiza cada vez que el niño y más tarde el adulto, acepta o transgrede la ley.

Manifiesta y Afecta




¿Cómo se Manifiesta el Maltrato?







Cuando se confunde la firmeza con la violencia física o verbal, cuando no hay claridad en las reglas a respetarse en el hogar, hacer diferencias injustas entre los hijos por su edad y/o sexo o características personales, negligencia en su cuidado, rechazo, con insultos o apreciaciones negativas de su persona y de sus actos, imponer castigos extremos, el exigirles realicen actividades no acordes a su edad, cuando no se brinda atención médica o se solicita en forma tardía.









¿Cómo afecta el Maltrato a los Niños?







Retraso en su desarrollo y crecimiento, baja autoestima y perdida de la confianza con otras personas, lesiones que causan discapacidad parcial o total, pérdida de años de vida saludable, bajo rendimiento escolar, agresividad y rebeldía, aislamiento, soledad y angustia, incapacidad para resolver los problemas sin violencia, búsqueda de afecto y aceptación por personas o grupos inadecuados, tendencia al alcoholismo o drogadicción, tendencia a cometer actos delictivos.

Consecuencias


Consecuencias del maltrato infantil



El maltrato infantil trae serias consecuencias tanto en el individuo como en la como en la sociedad en general, pero desgraciadamente existen muy pocas investigaciones acerca de este tema y no obstante, poco o nada se hace en términos de promoción de la salud mental y de la detección y la prevención, tratamiento y rehabilitación de los trastornos emocionales. Únicamente se atienden las necesidades físicas de los menores, así mismo, al agresor tampoco se les da un tratamiento y en este caso sería indispensable llevarlo a cabo a manera de prevención y de tratamiento más sin embargo las autoridades de salud públicas pasan de largo sin reconocerlos como individuos bio-psico-sociales. Por tanto, la reintegración y adaptación de estas personas nuevamente a la sociedad la llevan a cabo solos y, la forma en la que lo hacen no siempre es la más adecuada.Por consecuencias entendemos toda serie de alteraciones en el funcionamiento individual, familiar y social de las víctimas de maltrato, siendo los aspectos más conocidos la reproducción del mismo y las alteraciones en el rendimiento académico, en el ajuste psíquico individual y en el tipo de relaciones en las que el sujeto participa (Friederich y Wheeler, 1982; Lamphear, 1986 citado en Pino y Herruzo, 2000).Los malos tratos que se llevan a cabo sobre los niños pueden provocar daño o consecuencias negativas a dos niveles: somático y psicológico





Abandono físico:




Retraso pondoestatural, cronificación de problemas por falta de tratamiento físico, vitaminopatías, eritemas de pañal, aplanamiento del occipucio, aparición de ciertas enfermedades prevenibles mediante vacunación y producción de quemaduras y otras lesiones por accidentes familiares debidas a una falta de supervisión.





Maltrato físico: lesiones cutáneas, quemaduras, lesiones bucales (que pueden afectar a la posición de los dientes), lesiones óseas (que pueden afectar el crecimiento y la movilidad articular), lesiones internas (traumatismos craneales y oculares) entre las que destacan aquellas que producen edemas cerebrales puesto que pueden tener secuelas neurológicas.





En cuanto a las anteriores consecuencias, sin restar importancia, no nos compete abordarlas ampliamente, pues la mayoría de este tipo de casos caen en manos del médico, entonces en este caso, interesa abordar las consecuencias psicológicas.Según Pino y Herruzo (2000), al hablar de consecuencias psicológicas se refieren a la variedad de comportamientos que pueden aparecer, sean alterados o como ellos los llaman "excesos conductuales" y también los retrasos o "déficits" en ciertos repertorios que se esperarían en los niños en función de sus edades respectivas. Estas consecuencias pueden manifestarse a corto, a mediano y largo plazo, es decir, en la infancia, adolescencia y edad adulta. Las consecuencias que estos autores plantean serían las siguientes:





Consecuencias durante la infancia, a corto plazo:




Incluye los efectos que estos pueden tener sobre el desarrollo físico del niño en el periodo comprendido entre los cero y los ocho años de edad, esto debido a que, según el autor este es el periodo en donde los cambios más rápidos y drásticos se producen en el periodo de cero a seis/ocho años.La principal y secuela que los malos tratos producen en el desarrollo de los niños es precisamente su retraso que se nota alrededor de la edad de un año, y ya es muy claro a los veinticuatro meses.Las áreas comportamentales que se encuentran más afectadas en este periodo son las siguientes:




Area cognitiva:




Presentan un menor desarrollo cognitivo, se muestran más impulsivos, menos creativos, más distraibles y su persistencia en las tareas de enseñanza aprendizaje es menor. Son menos habilidosos resolviendo problemas y cuando llegan a la edad escolar muestran peores resultados en las pruebas de CI y tienen malas ejecuciones académicas. Los niños maltratados funcionan cognitivamente por debajo del nivel esperado para su edad, ya que sus puntuaciones en escalas de desarrollo y tests de inteligencia son menores que en los niños no maltratados, sus habilidades de resolución de problemas son menores y hay déficit de atención que comprometen el rendimiento en las tareas académicas.





Area social:




Pino y Herruzo (2000) mencionan que estos niños, a los 18 y 24 meses sufren un apego ansioso y presentan más rabia, frustración y conductas agresivas ante las dificultades que los niños no maltratados. Entre los 3 y 6 años tienen mayores problemas expresando y reconociendo afectos que los controles. También expresan más emociones negativas y no saben animarse unos a otros a vencer las dificultades que se presentan en una tarea. Por último, presentan patrones distorsionados de interacción tanto con sus cuidadores como con sus compañeros.





Se han identificado seis patrones distorsionados de comunicación afectiva entre los niños maltratados y sus cuidadores: eran retraídos o distantes afectivamente, mostraban falta de placer o bienestar, eran inconsistentes en la interacción, presentaban ambigüedad, frivolidad y una comunicación afectiva negativa. Estos niños se acercan menos a los cuidadores, evitan más a los adultos y a los compañeros y son más agresivos con los adultos. También otros autores como Hoffman-Plotkin y Twentyman (1984) citados por pino y Herruzo (2000), descubrieron que los niños maltratados físicamente eran más agresivos que los controles y que los que padecían abandono interaccionaban menos de lo normal estos mismos autores, pero en el año de 1988 indican que los niños maltratados han mostrado falta de empatía. Son niños que entre 1-3 años de edad no mostraban interés por escapar a las situaciones molestas de la guardería y cuando lo hacían eran violentos, reaccionaban con ataques físicos, cólera o miedo (Main y Georges, 1985) citados por Pino y Herruzo (2000), también se ha visto que los niños maltratados son menos recíprocos en las interacciones con sus iguales y Elmer y Martin (1987) citados Pino y Herruzo (2000) mencionan que estas dificultades en habilidades de empatía perduran hasta la edad adulta.



Área del lenguaje:





Beeghly, Carlon y Cicchetti (1986) descubrieron que los niños que padecen de maltrato físico, a los 30 meses, no se diferencian de los niños control en cuanto a lenguaje comprensivo pero si en el productivo, en lo que se refiere a sensaciones, sentimientos y necesidades y los niños que padecen abandono y maltrato físico presentan un déficit en la expresión de este tipo de verbalizaciones referentes a estados internos. Coster, Gersten, Beeghl y Cicchetti (1989) estudiaron la interacción verbal madre e hijo en niños de 31 meses. Observaron que los niños maltratados físicamente utilizan un lenguaje menos complejo sintácticamente, tienen menos vocabulario expresivo y conocen menos palabras que los normales. Burguess y Conger (1978), observaron que las madres de los niños que padecen abandono y maltrato físico hablan menos con sus hijos que las controles, en los casos de abandono físico las madres dan menos recompensas verbales y aprobación a sus hijos, y se muestran más propensas a criticarlos. En los casos de maltrato físico se ha visto que utilizan menos instrucciones verbales para ayudar a sus hijos a superar las dificultades normales de su ambiente. Inician menos interacciones de juego e ignoran más a sus hijos. Estas dificultades de lenguaje no desaparecen a lo largo del tiempo, sino que perduran hasta la edad escolar. Los niños maltratados, tal como lo señala Blager y Mártin (1976), los niños maltratados presentan dificultades de comunicación y de habilidades de expresión.




Área de autonomía funcional:




Pino y Herruzo (2000) señalan que por un lado, puede haber conductas de cuidado personal (aseo, vestido, nutrición, etc.) que en condiciones normales deben ser aprendidas en el seno familiar y, por otro lado, están las habilidades de la vida en comunidad, es decir, la capacidad que el sujeto tiene de funcionar de forma independiente a sus progenitores o cuidadores y señalan que los resultados de Egeland et al. (1981, 1983) muestran que los niños que padecían diferentes formas de maltrato presentaban un apego ansioso, en especial los que sufrían abandono emocional. Estos niños tendían a ser menos obedientes a sus padres y educadores que los controles y presentaban menor repertorio de autocontrol. El grupo de abandono físico resultó especialmente dependiente del educador para aquellas tareas propias de la nutrición que se llevan a cabo en el colegio. Sin embargo en cuanto a los comportamientos de funcionamiento independiente con respecto a los padres en su medio, estos niños llegan a estar al nivel o por encima de los controles (Pino, 1995). Esto podría ser consecuencia directa del número de horas que estos pasan solos, muchas veces en la calle, desde edades muy tempranas.





Área Motora:





Pino y Herruzo (2000) ha encontrado diversas investigaciones al respecto y varias de ellas son las siguientes. Esta es el área que se encuentra menos afectada (Pino, 1995). En el estudio de Egeland et al. (1981, 1983) los niños maltratados se mostraron menos hábiles que los controles, en el uso de herramientas a los 24 meses de edad. En Pino y Herruzo (1993) los niños que padecían abandono físico se mostraban más tardíos en adquirir la locomoción y se apreciaban también déficits en motricidad fina.




Problemas de Conducta:




Se refiere a los problemas de comportamiento en general (conductas agresivas, hiperactivas y disruptivas). Como ya se ha mencionado, los problemas de conducta agresiva se presentan principalmente en los niños maltratados físicamente. Kazdin, Moser, Colbus y Bell (1985) y Allen y Tarnowski (1989) citados en Pino y Herruzo (2000) hallaron en estos niños más síntomas depresivos (mayor externalidad en la atribución de control, más baja autoestima y desesperanza en cuanto al futuro). Pino y Herruzo (1993) observaron una inusual aparición de comportamientos sexuales precoces (frotis, masturbaciones con una alta frecuencia, en presencia de otros niños) en niños que padecían abandono (Pino y Herruzo, 2000).






Por Pino y Herruzo




Consecuencias durante la edad escolar y la adolescencia


Pino y Herruzo (2000) han revisado varias investigaciones y deducen lo siguiente de cada uno de los siquientes autores.Cichetti y Olsten (1990) afirman que el maltrato infantil tiene una serie de efectos en todas las áreas del desarrollo del niño, lo que le coloca en una situación de alto riesgo para desarrollar problemas de conducta y posteriores psicopatologías. Son diversas las alteraciones conductuales que se engloban bajo la etiqueta general de conducta antisocial las más relacionadas con el fenómeno de los malos tratos. Azar, Barnes y Twentiman (1982) han encontrado altos niveles de conducta violenta y delitos con uso de violencia entre delincuentes y jóvenes con alteraciones psiquiátricas que habían padecido malos tratos.






Engfer y Schnewind (1982) mencionan que el maltrato físico está relacionado con la aparición de ansiedad e indefensión y estas reacciones se deben principalmente a las situaciones de rechazo (maltrato emocional/abandono emocional), estos niños presentan un comportamiento agresivo tal vez debido al mismo maltrato, lo cual crea un círculo vicioso en la relación padres-hijo.





Mc Cord (1983) en un estudio retrospectivo encontró que el 20% de los niños que habían padecido abandono o maltrato físico, cuando llegaron a adolescentes cometieron delitos graves y una vez que estos cometen delitos ésta conducta suele cronificarse hasta la edad adulta. También se ha estudiado el Coeficiente Intelectual y su relación con los malos tratos y los niños con abandono aparecen con un CI inferior al normal y las niñas tienen CI infranormal ya sea que sufran maltrato físico o abandono.




Otra consecuencia de los malos tratos es que los niños acaban adoptando una visión distorsionada de la realidad, los adolescentes maltratados tienen una idea distorsionada de la relación padre-hijo y ven a su padre como perfecto al lado del hijo despreciable, también suelen tener expectativas poco realistas sobre la conducta de otros niños y piensan que los niños deben saber hacer cosas que son poco adecuadas para la edad de estos.

Causas






¿Cuáles son las Causas de Maltrato Infantil?





Las podemos dividir en tres de acuerdo con los integrantes del maltrato como son factores del huésped (niño), agente (adulto maltratador) y medio ambiente. El niño puede ser portador de algún defecto físico y/o deficiencia mental, ser producto de embarazo no deseado ni planeado, ser del sexo diferente al esperado por los padres.






En cuanto al agresor podemos decir que es un adulto frustrado incapaz de controlar sus emociones, que refiere cansancio, problemas con la pareja y de comunicación en el resto de la familia, alcoholismo o uso de alguna droga, inexperiencia o falta de preparación en el ejercicio de la paternidad responsable, desintegración familiar, traumas del adulto maltratado en su niñez, expectativas irreales sobre el niño, y en relación con el medio, problemas económicos, falta de espacio para su recreación para todos los miembros de la familia, en especial de los niños, ambiente hostil en el hogar.








Entre las causas principales que generan el maltrato a menores, se pueden mencionar las siguientes:







Personalidad o modelo psiquiátrico/psicológico :





Postulaba una relación entre el abuso/abandono infantil y la presencia de enfermedades mentales o de algún síndrome o desorden psicológico específico, en la actualidad varios autores admiten que solo entre un 10 y un 15% de los de los padres abusivos ha sido diagnosticado con un síntoma psiquiátrico específico. Estudios que se han hecho, indican que los padres abusivos tienen dificultades para controlar sus impulsos, presentan una baja autoestima, escasa capacidad de empatía, así mismo, se ha encontrado que el abuso infantil se relaciona con la depresión y con la ansiedad de los padres, entre otras características y rasgos de personalidad como el alcoholismo y la drogadicción.




Económicas:



Esto es a partir de la crisis que prevalece en nuestra entidad federativa y el desempleo que trae consigo que los padres que se encuentran en esta situación desquiten sus frustraciones con los hijos y los maltraten ya sea física o psicológicamente, el maltrato infantil se presenta en mayor medida en los estratos de menores ingresos, aunque se ha encontrado en diversas investigaciones que esta conducta no es propia de determinada clase social.



Culturales:





En este rubro se incluye a las familias donde los responsables de ejercer la custodia o tutela de los menores no cuenta con orientación y educación acerca de la responsabilidad y la importancia de la paternidad y consideran que los hijos son objetos de su propiedad.






A estos tutores les falta criterio para educar a sus hijos. La sociedad ha desarrollado una cultura del castigo, en la cual al padre se le considera la máxima autoridad en la familia, con la facultad de normar y sancionar al resto de los miembros, en esta concepción, el castigo se impone como una medida de corrección a quien transgrede las reglas, además no se prevén otros medios de disciplina y educación de los hijos, además de que la información existente acerca de este problema social no se hace llegar a los padres de familia ni se promueven los programas de ayuda para éstos y así, estos a su vez son ignorantes pues carecen de información, orientación y educación al respecto (modelo sociológico).




Sociales



Cuando entre los padres se produce una inadecuada comunicación entre ellos y sus hijos, se da pie a la desintegración familiar (modelo psiquiátrico/psicológico). En la mayoría de los casos, esta causa va paralela al nivel socioeconómico de los padres y el ambiente que rodea a la familia. Así mismo, es inducida por la frustración o la desesperación ante el desempleo, los bajos ingresos familiares y la responsabilidad de la crianza de los hijos. El estrés producido por estas situaciones adversas provoca otras crisis de igual o mayor magnitud.






Por otro lado, los conflictos que son ocasionados por el nacimiento de los hijos no deseados o cuando la madre se dedica a la prostitución y deja en la orfandad a sus hijos. En consecuencia el maltrato que se genera en estos casos provoca un daño irreversible por la carencia de afecto durante esta etapa de la vida del individuo



Emocionales:





La incapacidad de los padres para enfrentar los problemas, su inmadurez emocional, su baja autoestima, su falta de expectativas y su inseguridad extrema motivan que desquiten su frustración en los hijos y no les proporcionen los requerimientos básicos para su formación y pleno desarrollo. Los estilos negativos de interacción que generan la violencia doméstica; se ha comprobado que en los lugares donde existe agresión y violencia entre el padre y la madre suele haber también maltrato infantil y esto produce a su vez incapacidad de socialización en los padres con el medio en que se desenvuelven. No hay que olvidar que a través de la familia se transmiten las reglas y costumbres establecidas por la sociedad




La historia del maltrato de los padres. De acuerdo con múltiples estudios, es muy alto el promedio de padres agresores que sufrieron maltrato en su infancia. Además, en la mayoría de estos casos, los progenitores no reciben instrucción alguna acerca de la forma de tratar a sus hijos y aunque la recibieran, sin una intervención psicológica adecuada caerían de nuevo en la misma forma de tratar a sus hijos; a esto se le llama transmisión intergeneracional, malas experiencias en la niñez, etc.






Biológicas:






Se trata del daño causado a los menores que tienen limitaciones físicas, trastornos neurológicos o malformaciones. Por sus mismas limitaciones, estos niños son rechazados por la sociedad y por consiguiente sus padres o tutores los relegan o aceptan con lástima. En estas circunstancias, el daño que se ocasiona a los menores con discapacidad es mayor, pues agrede a un ser indefenso que no puede responder en forma alguna

Tipos de maltrato infantil





Tipos de maltrato infantil




El maltrato infantil se subdivide en dos grupos:


  • Pasivo: Comprende el abandono físico, que ocurre cuando las necesidades físicas básicas del menor no son atendidas por ningún miembro del grupo que convive con él. También comprende el abandono emocional que consiste en la falta de respuesta a las necesidades de contacto físico y caricias y la indiferencia frente a los estados anímicos del menor.


  • Activo: Comprende el abuso físico que consiste en cualquier acción no accidental por los padres o cuidadores que provoquen daño físico o enfermedad al menor. La intensidad puede variar desde una contusión leve hasta una lesión mortal. También comprende el abuso sexual, que consiste en cualquier tipo de contacto sexual con un menor por parte de un familiar, tutor o cualquier otro adulto. La intensidad del abuso puede ir desde el exhibicionismo hasta la violación.








El abuso emocional también entra en esta categoría de abuso activo y se presenta bajo la forma de hostilidad verbal, crónica (insultos, burlas, desprecios, críticas, amenazas de abandono, etc.) y el bloqueo constante de las iniciativas infantiles (puede llegar hasta el encierro o confinamiento) por parte de cualquier miembro adulto del grupo familiar.






Otra forma de maltrato infantil es el caso de los niños testigos de violencia, "cuando los niños presencian situaciones crónicas de violencia entre sus padres. Los estudios comparativos muestran que estos niños presentan trastornos muy similares a los que caracterizan a quienes son víctimas de abuso





Respecto a lo que se refiere a las agresiones psíquicas o psicológicas, que están dirigidas a dañar la integridad emocional del niño comprenden todo tipo de manifestaciones verbales y gestuales, así como actitudes que los humillan y degradan pero esto no es lo más grave, pues las heridas del cuerpo duelen pero tienden a cicatrizar pero las heridas del alma –que no dejan evidencia física- tardan mucho más en sanar si es que sanan antes de que se le acumule otra herida más, estas generan sentimientos de desvalorización, baja estima e inseguridad personal, los cuales más tarde pueden manifestarse en violencia social.

Indicadores de maltrato físico


Indicadores de maltrato físico







  1. Lesiones físicas de diversa índole y gravedad: bocados, moratones, quemaduras, fracturas,cortes, etc.... -Manifiestan dolencias frecuentes sin justificación aparente. -Niños/as que se muestran temerosos ante los adultos. -Niños/as que a menudo reaccionan con conductas extremadamente violentas y agresivas. -Niños/as que no quieren volver a casa.




  2. Indicadores de abandono físico:
    Presentan condiciones higiénicas deficitarias, ropas inapropiadas para la época del año, malnutridos o con alimentación no adecuada a su edad, etc.... -Atención sanitaria inadecuada: no están vacunados conforme al calendario de vacunas, no asisten a las revisiones médicas , heridas sin curar, etc.... -Agotamiento: se queda dormido en clase, no muestra interés por las actividades, etc.... -Horarios inapropiados de sueño, alimentación, etc.... -Permanecen solos durante mucho tiempo. -Absentismo escolar. -Conductas predelictivas. -Puede observarse como pide comida a vecinos o compañeros. Indicadores de maltrato emocionalEs una de las formas de maltrato más difíciles de diagnosticar y con más repercusiones psicológicas para el menor, puesto que afecta al desarrollo integral de este en todas sus esferas, con implicación en la estructuración futura de su personalidad, de su interacción social, de su desarrollo intelectual, e incluso en el desarrollo físico. -Bajo rendimiento escolar -Retraso en el desarrollo físico e intelectual -Lenguaje empobrecido -Retraimiento social -Intentos de suicidio o autolisis -No participa en el juego con sus compañeros -Presenta conductas inadecuadas para su edad: o demasiado maduras o demasiado infantiles -Se muestra excesivamente exigente o agresivo o complaciente en extremo. Indicadores de abandono emocional:La dificultad para detectar este tipo de maltrato radica en la ausencia de indicadores físicos que sí son manifiestos en otros tipos de maltrato como el físico o el abuso sexual. Los déficits emocionales y psicológicos que este tipo de relación puede provocar en un menor están íntimamente vinculados con el posterior desarrollo de todas las áreas de su desarrollo armónico y equilibrado : personal, social, afectivo-emocional, etc. - Dificultad para establecer conducta de apego y proximidad emocional con los adultos. - Retraimiento en las relaciones interpersonales. - Anomalías en el desarrollo del lenguaje. - Retraso en el control de esfínteres. - Trastornos de conducta. - Trastornos emocionales.





  3. Indicadores de abuso sexual
    Niño/a diagnosticado de enfermedad venérea -Se queja al sentarse y/o al andar -Sufre picores en la zona genital -Sangra o presenta moretones en la zona genital -En niñas adolescentes puede presentarse embarazo -No se relacionan con facilidad con otros compañeros -Muestra conductas demasiados infantiles para su edad -Presenta conductas predelictivas o se fuga a menudo -Tiene muchos reparos para cambiarse de ropa delante de sus compañeros -Expresa conocimientos sobre conductas sexuales poco apropiadas para su edad.

¿Qué Formas de Maltrato Existen?




Qué Formas de Maltrato Existen




Físico que va desde pedirles que realicen actividades no acordes a su edad, no brindar alimentación suficiente en cantidad y calidad hasta negligencia en su cuidado, golpes, quemaduras, etc. Psicológico va desde ignorarlos, no valorar su capacidad física e intelectual, así como no reconocer sus éxitos o festejar sus errores hasta insultarlos. Depravación social como abuso fetal, participación en rituales religiosos que atenten contra su integridad, incluirlos en actividades bélicas y abuso sexual como manipulación de genitales, fomento a la prostitución, violación e incesto.

Formas o prácticas de crianza


Formas o Prácticas de Crianza


El maltrato infantil está relacionado con el valor social que se otorga a los niños, las expectativas culturales de su desarrollo y la importancia que se da al cuidado de los niños en la familia o en la sociedad (Saucedo, 1995 citado en González, R.V. y Araiza, G.C. 1998) y esto a su vez se relaciona con las pautas o formas de crianza y los mitos, creencias y actitudes que los padres albergan en éstas, entre ellas están las creencias acerca de la necesidad de inculcar la disciplina mediante medidas de corrección físicas o verbales inadecuadas, pues desde tiempos inmemorables se ha aplicado la cultura del castigo y el miedo para educar a los hijos y así desarrollar "hombres cabales y de provecho, también existe la idea de que los hijos son propiedad de los padres. Gracias a este mito que data de la época romana, los progenitores creen que gozan de poder absoluto sobre sus hijos.Papalia y Olds (1998), señalan que cuando los niños son conscientes de su propia persona, su educación puede ser un reto desconcertante y complejo; los padres de hoy educan a sus hijos repitiendo los patrones que sus padres les aplicaron y otros adoptan prácticas muy diferentes a las que utilizaron con ellos y para ello, estos autores describen tres clases de estilos de paternidad basándose en Baumrind, (1971); Baumrind y Black, (1967) y son los siguientes:


Los padres autoritarios cuyos valores primarios en la crianza de sus hijos se basan en el control y la obediencia incuestionables.


Los padres permisivos cuyos valores primarios en la crianza de sus hijos son la autoexpresión y la autorregulación.


Padres democráticos cuyos valores primarios en la crianza de sus hijos mezclan el respeto por la individualidad del niño con un deseo de transmitir valores sociales en él.


Según Baumrind, citado por Papalia y Olds (1998) el mejor de estos tres estilos de paternidad, en niños de preescolar es el de padres democráticos pues dirigen las actividades de sus hijos en forma racional, prestan atención antes que al miedo del niño al castigo o a la pérdida de amor. Aunque confían en su capacidad para guiar a sus hijos respetan los intereses, las opiniones y la personalidad de los niños. Son amorosos, consecuentes, exigentes y respetuosos de las decisiones independientes de sus hijos, pero firmes en mantener los estándares y la voluntad para imponer castigos limitados. Explican las razones que sustentan las posiciones que adoptan y favorecen el intercambio de opiniones. Sus hijos, evidentemente se sienten seguros al saber que los aman y que esperan de ellos. Estos niños de preescolar tienden a confiar más en sí mismos y a controlarse, manifiestan interés por explorar y se muestran satisfechos.


Una investigación reciente también relaciona la paternidad democrática con el aprendizaje. Estudios de andamiaje encontraron que los padres democráticos son más sensibles para saber cuando cambiar el nivel de ayuda, y que sus niños lograron más éxito en diferentes tareas (Pratt, Kerig, Cowan y Cowan, 1988 citados por Papalia y Olds, 1996).Alice Miller (1997), psicóloga suiza, afirma que la mayor parte de la violencia y el dolor psicológico que se ve en la actualidad surge de la privación psicológica que experimentan los niños. Miller concluyó en su ensayo titulado Por tu propio bien, que existe la pedagogía negra y que la utilizan gran cantidad de padres para educar a sus hijos inconscientemente, como una reacción al daño emocional que ellos sufrieron en su infancia y concientemente, al creer que ayudan a sus hijos a ser más competentes y autosuficientes pero al contrario, esto debilita el auto confianza y la curiosidad del niño, lo ridiculiza por su falta de competencia y suprime la expresión de sus sentimientos. Solo al romper la transmisión de generación en generación de la pedagogía negra, afirma, los adultos pueden ayudar a los niños a crecer física y psicológicamente saludables.


Alice Milller (1997), nos hace referencia de los problemas principales que lleva implícitos la educación y que de manera aberrante están justificados y permitidos tanto por las instituciones como por los padres de familia, a esto le llama la pedagogía negra.Esta pedagogía esta llena de creencias y actitudes que Miller (1997) enumera en el siguiente listado:


1. Los adultos son amos ( y no servidores) del niño dependiente.
2. Que dicen como dioses qué es lo justo y lo injusto.
3. Que su ira proviene de sus propios conflictos.
4.Que el niño es responsable de ella.
5.Que a los padres siempre hay que respetarlos.
6.Que los sentimientos vivos del niño suponen un peligro para el adulto dominante.
7.Que al niño hay que quitarle su voluntad lo antes posible.
8.Que todo hay que hacerlo a una edad temprana para que el niño no advierta nada y no pueda traicionar al adulto.


Los métodos en que se ha trasmitido esta educación han sido de generación en generación, tratando desde tiempos muy remotos al niño como adulto chiquito, reprimiendo la espontaneidad vital, construyendo una base de informaciones e ideas falsas, que darán sustento a sus posteriores creencias y actitudes.Las principales informaciones e ideas falsas son:


1. Que el sentimiento del deber engendra amor.
2. Que se puede acabar con el odio mediante prohibiciones.
3. Que los padres merecen respeto a priori por ser padres.
4. Que los niños a priori no merecen respeto alguno.
5. Que la obediencia robustece.
6. Que un alto grado de auto estima es perjudicial.
7. Que una escasa auto estima conduce al altruismo.
8. Que la ternura es perjudicial (amor ciego).
9. Que atender las necesidades del niño es malo.
10. Que la severidad y la frialdad constituyen una buena preparación para la vida.
11. Que la gratitud fingida es mejor que la ingratitud honesta.
12. Que la manera de ser es más importante que el ser.
13.Que ni los padres ni dios sobrevivirán a una afrenta.
14. Que el cuerpo es algo sucio y repugnante.
15. Que la intensidad de los sentimientos es perjudicial.
16. Que los padres son seres inocentes y libres de instintos.
17. Que los padres siempre tienen la razón.

Actitudes y creencias hacia el maltrato infantil

Actitudes y creencias hacia el maltrato infantil


Papalia y Olds (1998) señalan que "Los niños se ven afectados tanto por lo que sus padres hacen como por lo que piensan", es decir por las actitudes y creencias de los mismos, según este autor señala que "Podemos definir una actitud como una predisposición para responder a un estímulo en particular de una manera particular. Una actitud representa una mayor probabilidad de que una persona reaccione frente a una experiencia o comunicación dadas de una forma en particular en vez de hacerlo en otra forma"(Manheim, 1983).La actitud según Morales (1994), tiene tres componentes y son los que siguen:


Cognitivo: Consta de las percepciones de la persona sobre el objeto de la actitud y de la información que posee sobre él.


Afectivo: Si la evaluación surge más bien de experiencias intensas, de carácter positivo o negativo, con el objeto de la actitud, el proceso es afectivo. Éste está compuesto por los sentimientos que dicho objeto despierta.


Cognitivo-conductual: El tercero incluye las tendencias, disposiciones e intenciones hacia el objeto, así como las acciones dirigidas hacia él. Y finalmente es conductual si la evaluación surge de manera gradual de la implicación conductual de la persona con el objeto.


A las actitudes a veces se les suele llamar creencias pues según Manheim (1983) menciona que las creencias son observaciones de hechos o realidades, no son lo mismo que la realidad sino que representan la forma en que el individuo mira la realidad, la descripción de sí mismo, de su medio ambiente físico y social, la forma en que percibe su contexto, el medio dentro del cuál vive y acerca del cual se forma juicios y valores.


Con respecto a lo anterior, cabe señalar que no todas las creencias están sujetas a prueba y para ello se señalará a continuación las dos clases de creencias.Pueden existir al menos dos clases de creencias según menciona Manheim (1983) y son las siguientes:


La primera es una creencia en algo, la segunda una creencia acerca de algo. La diferencia entre las dos consiste en que la creencia en algo no se puede comprobar ni impugnar por observación, por lo menos no brevemente. Tampoco existe una manera física de medirla, aunque mucha gente cree que este tipo de creencias existe y esto influye en su conducta. Por otro lado, las creencias acerca de algo son constantemente sujetas a pruebas.


Cada una de estas creencias pueden ser comprobadas. Cada creencia de este tipo puede ser juzgada a través de hechos observables y se pueden evaluar sus méritos empíricamente por tanto, este tipo de creencias son las que se evaluarán en el presente estudio. Las creencias paternas, que son las que aquí interesan según Papalia y Olds (1998) tienen origen en la cultura pues se encontró que un estudio realizado en California relacionó creencias de los padres sobre crianza, inteligencia y educación, con el desempeño escolar de sus hijos (Okagaki y Steinberg, 1993). La identificación de este estudio de diferencias culturales en las creencias de los padres puede ayudar a los profesores y a los mismos padres a entender un poco más a los niños, a desarrollar una forma de vida diferente a las de ellos y darse cuenta de su propia situación.

Antecedentes Historicos

Antecedentes históricos del problema del maltrato infantil


Según varios autores, que aquí se abordarán, este fenómeno del maltrato infantil ocurre desde los inicios de la humanidad; "la historia de maltrato a menores ocurre desde que el ser humano se encuentra en la faz de la tierra. Por lo tanto, debe entenderse y aceptarse que éste es un fenómeno tan antiguo como la humanidad misma y no una característica peculiar de la sociedad moderna"(Loredo 199 ), diversas culturas a lo largo de la historia de todo el mundo lo han utilizado como una forma de educación y crianza para los hijos.El maltrato infantil aparece como una forma de interacción humana muy difundida.



Hoy en día la violencia hacia los niños reviste formas más sutiles, se ejerce de manera silenciosa en el hogar, la calle o la escuela, y se ha convertido en una práctica común y socialmente aceptada.Sin embargo, hasta hace muy poco se le ha puesto el interés debido al problema, se le ha clasificado y considerado como tal y ha incrementado la atención en éste, como lo menciona "El fenómeno de la violencia y el maltrato dentro del ámbito familiar no es un problema reciente. Los análisis históricos revelan que ha sido una característica de la vida familiar tolerada, aceptada desde tiempos remotos.



Sin embargo, algunas décadas atrás, expresiones tales como niños maltratados, mujeres golpeadas o abuso sexual tal vez habían sido comprendidos pero no consideradas como sinónimo de graves problemas sociales" Corsi (1994), según este autor, la violencia familiar comenzó a abordarse como problema social grave a comienzos de los 60, cuando algunos autores describieron el "síndrome del niño golpeado", redefiniendo los malos tratos hacia los niños; también el abordaje periodístico de estos casos, contribuyó a generar un incremento de la conciencia pública sobre el problema. También Cortés y Cantón (1997) mencionan que el abuso infantil ha existido siempre aunque ha sido durante los últimos 150 años cuando ha ido emergiendo como un problema social y una considerable cantidad de instituciones sociales y legales se han ocupado de él y que en un principio, este fenómeno no recibió atención como tal, sino que dentro del esfuerzo por acabar con el problema de los niños vagabundos e indigentes se encontraron diversos casos de maltrato infantil.Berk (1999) señala un aspecto muy importante y decisivo en la aceptación del problema del maltrato infantil como tal y señala que este problema es tan viejo como la historia humana, pero solo recientemente ha habido aceptación amplia de que el problema existe, investigación centrada en entenderlo, y programas dirigidos a ayudar al niño maltratado y a las familias y quizá este aumento de interés público y profesional es debido al hecho de que el maltrato infantil es muy común en grandes naciones industrializadas o desarrolladas como las no desarrolladas y en vías de desarrollo, es decir que la incidencia de este problema se ha incrementado tanto mundialmente que se ha salido del control social. Esto resaltó claramente cuando Marcovich(1981) señaló que cada minuto un niño sufría maltrato físico o verbal por parte de alguno de sus padres.



Por otro lado, "tanto el maltrato infantil como la violencia intrafamiliar son fenómenos sociales que han gozado de aceptación en nuestra cultura, a pesar de que en los últimos tiempos estas conductas han sido condenadas por constituir algunas de las formas de violencia más comunes penetrantes en nuestra sociedad todavía miles de niños y mujeres sufren de manera permanente actos de maltrato físico, psicológico y sexual en su propio hogar. Hasta ahora ha habido una separación histórica entre la violencia doméstica y el maltrato infantil, la primera salió a la luz pública debido al trabajo de las organizaciones de protección a las mujeres".La revista Boletín (1996) en el artículo llamado el castigo corporal en la niñez: ¿endemia o epidemia?, afirma que los años sesenta marcan un hito en la historia referente a la violencia contra los niños, ya que durante este ese periodo se describió el síndrome del niño maltratado y se le acuño este nombre y desde entonces se han multiplicado los trabajos sobre el tema pero a pesar de las investigaciones realizadas, aún queda mucho por aclarar sobre la epidemiología de la violencia contra los niños, sus causas y sus mecanismos y las medidas más eficaces para prevenirla.



Sin embargo, los conocimientos acumulados hasta ahora constituyen suficientes bases para la acción y justifican la formulación de programas de intervención sobre las bases científicas.Por tanto, cabe aclarar que este tema en la actualidad ha cobrado interés pero no el necesario para actuar de manera participativa, es decir, para implementar nuevos programas de prevención y ayuda psicológica para padres así como poner en marcha los ya existentes.

Maltrato - Introducción

INTRODUCCIÓN



En Colombia, el tema de la niñez ha sido campo fértil para el planteamiento de toda clase de situaciones : tomarla como base de puntos programáticos en las campañas políticas, invocar su mala situación frente a la sociedad como bandera demagógica de funcionarios tanto públicos como privados, y también, como negarlo, ha sido punto de partida de diagnósticos y programas serios que quieren ayudarla sin ningún compromiso mayor que el de convertir a Colombia en un lugar más humano.Aquí, como en buena parte del mundo subdesarrollado, se observa no pocas veces una gran indiferencia de la sociedad hacia ese grupo de personas, cuyos derechos han sido tradicionalmente desconocidos. Basta ver que la situación de maltrato da pie para encabezados de primera pagina en los diversos medios de comunicación, denotando que aquí, a diferencia de muchos otros lugares, se está construyendo en muchas ocasiones el futuro, sobre la base del sufrimiento de los más indefensos, circunstancia que hoy a la puerta del siglo XXI es totalmente reprochable y nos obliga a tomar las más decididas acciones para derrotar la repugnante actitud de los adultos frente a los niños.Observamos como lamentablemente en nuestras ciudades "se juega con el niño", puesto que es tomado como objeto de las más diversas formas de maltrato, hasta el punto que se le niega su individualidad y dignidad, considerándolo poco menos que un animal. Esta situación en Santa Fe de Bogotá D.C., se torna preocupante si tenemos en cuenta que el 35.5% de la población es menor de edad, lo que indica que nos encontramos frente a un futuro nada alentador, ya que se está conformando una sociedad cuyos miembros serán personas con todo tipo de problemas, que influirán negativamente tanto en lo individual como en lo colectivo ; es por lo tanto, que debemos actuar de inmediato para evitar la catástrofe social que se avecina.



En los relatos recogidos en la clínica de tratamiento del maltrato infantil, en las Instituciones de Bienestar Familiar, el castigo como instrumento de corrección y estrategia de formal, aparece como la primera y mas persisten justificación del daño que padres y madres repiten a sus diariamente.

Que es maltrato infantil



¿Que es Maltrato Infantil?








El maltrato a menores aparece con el hombre mismo. Todas las civilizaciones lo han presentado y está íntimamente ligado a factores sociales, políticos y religiosos, esta relación obliga a ubicarnos en el contexto de la cultura que se trate, lo que resulta verdaderamente grave, ya que Aristóteles decía que un hijo era propiedad y nada de lo que se haga con la propiedad es injusto, por lo tanto no se reconoce el problema como maltrato, o bien en las sociedades china e hindú el infanticidio era un método de control de la natalidad y una forma de eliminar a niños recién nacidos con malformaciones físicas o daño cerebral por ser considerados instrumentos del mal, en algunas otras sociedades niñas eran sacrificadas por no contribuir a la economía familiar.




Ahora bien, con relación a factores políticos, la historia refiere la matanza de niños ordenada por Herodes con el fin de conservar su reino y con relación a factores religiosos, la Biblia cita el sacrificio de Isaac, y más recientemente Hitler en su afán belicista realizó atrocidades con los niños y lo justifica con la finalidad de obtener una raza pura.


Pero no lo veamos como historia, ya que diariamente lo vivimos, están de moda las guerras y los niños tienen una participación activa, los niños de la calle que son empujados a ella en toda la extensión de la palabra, tan los vemos en cada esquina que nos empezamos a acostumbrar, que lo vemos ya como una enfermedad social al maltrato infantil.